La convergencia agudiza el declive del periodismo, pero es «moderna»

Leo en las dos últimas entradas de Infotendencias algunas divergencias que la convergencia redaccional plantea en dos grandes medios. Una se refiere al WP, que se resiste a integrar:

El Washington Post, una de las instituciones periodísticas más respetadas de Estados Unidos, ganadora absoluta de los Pulitzer de este año, tiene un grave problema: la divergencia entre sus versiones impresa y digital. Un artículo en profundidad del semanario local Washington City Paper explica los problemas de (in)comunicación entre las dos redacciones y sus consecuencias.

(Post completo, firmado por David Domingo)

La otra anuncia que la aplicada BBC ha dado un paso adelante, pero en sentido contrario que el Wasington Post:

Desde la semana pasada, los periodistas de radio y televisión de la BBC en Londres trabajan ya en una única redacción integrada, según informa Press Gazette. Se trata de la primera medida efectiva hacia la plena unificación de redacciones, conforme a un plan que fue anunciado por directivos de la Corporación a finales de 2007.

(Post completo, firmado por Ramón Salaverría y actualizado por David Domingo)

Atención a los móviles empresariales y económicos que empujan a la BBC hacia la convergencia, según se expone en el post:

«El motivo principal de estos cambios no parece ser una apuesta editorial sino más bien un problema económico

«Reciclar contenido de la TV y la radio para la web es un paso atrás y no significa una integración real.»

Sin embargo, no entiendo por qué nos empeñamos en buscar problemas donde no los hay. Washington Post ha conseguido un periodismo de altísima calidad que ya quisieran para sí la mayoría de los diarios integrados que le hacen competencia. Y lo mejor de todo es que mantiene el nivel en ambos formatos. ¿Cuál es el problema?

WP no tiene integrada la redacción ni falta que le hace, y los casos de mezquindades profesionales y de competencia entre las redacciones no son significativos de nada. Aquí los vemos todos los días entre secciones de un mismo medio y a veces entre jefecillos de una misma sección. Porque las luchas de poder y la competencia son parte del alma humana (y todos los periodistas tienen una, lo juro).

No creo que ninguna convergencia borre las envidias profesionales, apague los celos o rebaje los egos que, en esta profesión, vienen de fábrica. Lo que sé con seguridad, porque lo veo cada día. También veo que hay un montón de editores que quieren que internet se integre con los otros medios. Y la historia del periodismo nos ha demostrado que el profesional puede ser todoterreno, pero que los medios mantienen su separación y su personalidad, aunque las sinergias (esa palabra que ahora gusta tanto) es cierto que benefician, pero menos a la redacción que a la empresa; menos al periodismo que a la cuenta de resultados.

Y en este punto, elenguaje puede ser muy manipulador cuando se habla de periodistas «abiertos» porque son partidarios de la convergencia. Como el negocio no está claro, hay que buscar soluciones, porque la tecnología ya ha madurado y el personal también. Sólo falta que lo hagan los empresarios, que de momento la única solución que ofrecen es la reorganización de espacios y de papeles redaccionales. Lo «nuevo» frente al desgastado concepto de lo «viejo». Todos los problemas del periodismo actual desaparecerán con la convergencia. La magia está asegurada. Se mejorarán los productos y las cuentas de resultados. Quienes están en contra son los «viejos periodistas», los «carcas conservadores», los «tecnófobos que tienen miedo al progreso», los «desactualizados»…

No hace mucho leía en el blog de Julio Alonso que el reportero de la BBC (precisamente) Ben Hammersley mostraba algunos reparos frente al periodismo de mochila:

En una entrevista publicada en Samsa News (un blog en francés) se le ha hecho la siguiente pregunta: «¿Pero es posible hacer todo esto al mismo tiempo? La foto, el vídeo, el blog, twitter, el reportaje y los bastidores del reportaje. ¿Acaso es posible trabajar correctamente haciendo todo esto?».

Respuesta:  «No (sonrisa)… No (…) Hice dos cosas a la vez. Trabajar para dos medios de comunicación al mismo tiempo es posible. Es duro, pero se puede hacer. (…) Ahora bien, cuando usted quiere hacer tres cosas a la vez —y hay gente que lo cree posible, gente que dice ‘enviamos a un periodista con una videocámara ligera, un equipo para la radio y un ordenador portatil, y podrá hacer todo’—, éso no es posible. Nosotros lo intentamos, pero no. Es demasiado trabajo. No es que la gente sea incapaz —hay muchos periodistas que lo pueden hacer—, es que no hay tiempo para hacerlo.»

La convergencia multimediática es un hecho imparable, pero la convergencia redaccional es una decisión empresarial que tan sólo busca reducir costes y que deberíamos frenar en seco. La calidad del periodismo está en juego en un momento crítico para la credibilidad profesional. Los sindicatos ingleses ya han avisado de ello.

Y sólo se tratan de integrar redacciones de otros medios con internet, pero no entre ellos ¿Cómo no se les habrá ocurrido antes a los de Prisa que podrían utilizar los mismos redactores para los informativos de la SER, para los de Cuatro y  para El País? 

6 respuestas

  1. Integrar o no integrar… Cada día que pasa, apuesto más por las ‘sinergias’ (qué palabro), que por la integración. Está bien tener periodistas totales, que sirvan para un roto o para un descosido… pero es un poco como servir para tele y para radio. Estupendo si eres capaz, pero lo mejor será, creo yo, sacar el máximo partido a uno y otro soporte…

  2. ¿Por qué tanto miedo a la convergencia? Es cierto que el Washington Post conserva una gran calidad periodística pese a la incomunicación de sus dos redacciones, pero, ¿es el WP el ejemplo a seguir? Otros periódicos siguen otra estrategia. El NYT, un gran periódico, integra en una sola redacción su edición digital e impresa.
    El miedo al progreso dificulta un proceso inevitable y necesario. La convergencia entre edición digital e impresa es solamente un concepto técnico, tecnológico y económico, que no va más allá del soporte, que abre puertas -no las cierra- al contenido.
    Una última pregunta: ¿reducir costes también es malo? Seguro que cuando Guttemberg inventó la imprenta dejó a muchos escribas sin trabajo…

  3. Precisamente es eso, Enrique. No hay/no debe haber miedo a la convergencia tecnológica, pero sí a que la reducción de costes se lleve por delante todo el espíritu de la profesión.

    No es malo que el periodista sea multimediático ni que las redacciones también lo sean, el problema es que sólo hay unas horas determinadas de jornada laboral. No se gana tiempo, se pierde perspectiva. La obra (la información) se resiente. Es inevitable.

    Después, clamaremos contra el abominable periodismo que se hace (mira hoy mismo la columba de Gala en El Mundo), pero todos somos periodistas. Todos tenemos nuestra cuota de responsabiliad en esto.

  4. Por cierto, que se me pasa. Mira el bajonazo que ha dado últimamente el NYT. Lo último es que esa reducción de costes que no te parece tan mala.

    ¿Por qué iba a serlo? Todos entendemos que una empresa quiera ganar dinero. Pero mejorará el periodismo si despiden a 300 personas, como se está diciendo.

    Oponerse al progreso es una estupidez. Pero, ¿crees que la convergencia (la redaccional) es progreso o una simple excusa para ahorrarse unos cuantos puestos?

  5. […] y genera una interesante polémica entre nuestros periodistas y […]

  6. […] estoy más cerca de este tercer grupo. Soy muy escéptico con las redacciones integradas aunque me maravillan las inmensas posibilidades […]

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