Comunicación en un mundo (cada vez más) plano

Enrique Dans reflexiona sobre un viaje reciente a Asia y concluye que la tecnología ya está suficientemente madura como para sentirse, cada vez más, en un mundo comunicativamente plano:

  • «El uso de tecnologías nada sorprendentes y conocidas por todos (Skype, Gtalk, etc.) han conseguido que realmente casi no sintiese los más de diez mil kilómetros de distancia o las siete horas de diferencia con mi casa o mi trabajo.»
  • «Mi impresión es casi la de ‘sorprenderme de lo poco sorprendente’: que la tecnología ya está suficientemente madura como para sentirse cada vez más en un mundo comunicativamente plano.»

la-tierra-es-plana.gifPero, si interesantes son sus reflexiones, aún más lo son las reacciones que ha generado su post. Los comentarios reflejan el punto en que nos encontramos: van desde quien entiende perfectamente la imagen prestada del libro de Friedman, hasta quien recrimina a Enrique por pensar que todo el mundo vive en el mundo tecnologizado en que él se mueve, que no es el de la mayoría. La brecha digital es como Teruel, también existe.

A mí, así de repente, la experiencia me plantea algunas preguntas más:

¿Hemos vuelto a una concepción medieval del mundo? Aunque le pese a Galileo, esto no se mueve. O mejor, quizá lo haga hacia atrás en el tiempo. 

Me explico: «la muerte de las distancias» me trae a la mente un planeta, además de plano, empequeñecido. Y los bloggers actúan en este escenario como modernos juglares que repiten el eco de noticias que han oído. Es el nuevo mester de las bitácoras. Pero ahora la tradición no se transmite en octosílabos, sino por bits, como me recordaba Fito Esteban el otro día en un comentario.

Supongo, que somos los periodistas quienes tenemos que explicar transmitir que la nueva situación, tan anunciada, ya está aquí. Es nuestra obligación ¿no? Pero, supongo también que tantas portadas repletas de mezquinos temas domésticos, tantas secciones nacionales hiperhinchadas a base de conspiraciones de la señorita Pepis nada tienen que hacer frente a intermitentes bombazos informativos que vienen de fuera. Los muertos parecen de videojuegos y las crisis humanitarias, qué pena, las suavizan las ONGs y nuestra caridad, que llega en forma de ayuda humanitaria. Lo he visto en el telediario.

Nuestra conciencia se apacigua así, y nuestra tranquilidad está asegurada mientras sintamos que las fronteras son inamovibles. ¿Lo son?

Continúa…

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