A este paso, El Mundo se comerá pronto a El País

Me duele este País. Y no me refiero a España, como le pasaba a Unamuno. Estos días andan con problemas en la redacción que no comento aquí porque no quiero convertir el chiringuito en un lugar de chismorreo al estilo de los algunos confidenciales. La empresa, impregnada por el síndrome Q3, intenta bajar los sueldos a los trabajadores. El miércoles sabremos qué se decide, pero un ERE es difícil que salga aprobado.

Sea como sea las circunstancias empresariales no pueden rebajar la calidad del producto. Pongamos como ejemplo lo que ocurre en Estados Unidos con su medio de referencia, El NYT, que pese a las cuantiosas pérdidas económicas no cede en el nivel de los contenidos.

Convencido como estoy soy de que democracia y discurso político son términos que van ineludiblemente unidos a una prensa diaria variada y de calidad, sufro cuando veo como mi periódico de referencia baja el listón. Y que nadie se asuste, todavía no pasa nada (creo), pero es hora de que los viejos dinosaurios reaccionen.

Un ejemplo de lo que digo, visto en el papel de hoy:

En un mapamundi bastante pobre de factura, El País da como ‘enfermos’ de gripe porcina los ocho casos que en ese momento eran tan sólo ‘probables’, como bien anota El Mundo en una infografía mucho, muchísimo mejor elaborada:

gripepais

 

 

 

 

 

 

 

 

gripemundo

 

 

Porque El Mundo sí distingue:gripemundodetalle

 

 

Precisamente estaba yo pensando en El País cuando Andrés Rodríguez, el editor de Esquire, me avisa de que esta tarde lleva a Juan Luis Cebrian ‘arrugado’ en portada. La noticia la había adelantado ya el propio medio (El País, digo) con un resumen de lo dicho:

esquire

 

Voy a acercarme al quiosko a comprar el número, pues está dedicado a un tema que me interesa mucho: el futuro del papel. No sé si Martin Varsavsky o Juan Marsé van a descubrirme algo nuevo sobre el tema, pero seguro dicen algo interesante. No sé por qué pero creo que lo que diga Cebrián no va a estar a la altura, aunque Andrés presume de entrevista en su correo:

Consejero Delegado de Prisa que a punto de cumplir los 65 años- (octubre 2009) repasa su trayectoria, desde su vocación religiosa que le llevo a matricularse en filosofía para ganar tiempo ante la negativa de su padre, a las proposiciones recibidas para dedicarse a la política, pasando por su punto de vista respecto a Google news. La larga entrevista, realizada unos días antes de que el Grupo Prisa suscribiese el aplazamiento de su deuda, es un repaso a todos los puntos de vista del periodista y académico sobre su vocación, su relación con Jesús Polanco, el rumbo de Prisa, su relación con Pedro J, y la competencia entre El País y El Mundo en el quiosco cada mañana (…) la fotografía que refleja su rostro ha sido doblada por efecto de la papiroflexia. “Vivimos tiempos combulsos para el periodismo”

En el adelanto que da El País, leo que a Cebrián le preocupa la competencia. No me extraña, A mí también me preocuparía:

El Mundo no responde a una concepción de la convivencia ni de la vida. Responde a toda clase de oportunismos constantes y ése es uno de los problemas que tiene. EL PAÍS responde a una concepción de la profesión muy definida. Tiene unos principios editoriales e internacionales que te pueden gustar o no, pero que son muy estrictos. Eso es lo que nos ha dado coherencia todo este tiempo».

«[Pedro J. Ramírez, director de El Mundo] ha sido y es un periodista excelente; víctima de sus propias virtudes, eso sí».

De acuerdo. Pero, El Mundo demuesta más cintura social, pese a la ideología editorial, y se adapta con mayor rapidez a los cambios tecnológicos. Cebrián parece que no ha entendido bien el cambio de paradigma que supone la Red.

Pues eso, todo un símbolo -si hablo de una infografía aparecida hoy- o dos -si pensamos en Cebrián y en PedroJ- de lo que le va a pasar a mi diario de cabecera como no reaccione pronto.

Una respuesta

  1. […] 09 por felixbahon Siete días le han bastado a Enric González para llegar a ésta conclusión. Me siento un poco agorero, y lo lamento. Sigo reivindicando El País que no ve la actual […]

Deja un comentario